Las Religiosas Filipenses, procedentes de Puebla de los Ángeles (México), llegan a España y fundan el Colegio Filipense del Sagrado Corazón de Jesús en Alcalá, bajo la protección del Padre Manuel Gumiel, comenzando su misión educativa.
El 17 de agosto de 1857, el Padre Gumiel solicita al Ayuntamiento permiso para continuar las tareas educativas en Alcalá. El permiso se concede por unanimidad, y las Religiosas inician la enseñanza de niñas.
El colegio se traslada a la calle de Escritorios, donde se inaugura en noviembre de 1905. El colegio ofrece enseñanza secundaria y clases especiales para mujeres, destacando por su prestigio.
El colegio se fusiona con la Congregación de Religiosas Filipenses de Barcelona, consolidando su misión educativa y espiritual. Se establece la Escuela Dominical para jóvenes obreras.
La República Española anula la enseñanza religiosa, y las Religiosas se dispersan. En 1939, tras la guerra, el colegio comienza su reconstrucción y reapertura.
El colegio renueva su espíritu, con una matrícula de 400 alumnas. Se ofrece enseñanza preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, y la formación se adapta a las nuevas demandas educativas.
Durante estos años, el colegio se adapta a las reformas pedagógicas y sociales, incluyendo la coeducación y nuevas estrategias pedagógicas. Se inicia la reconstrucción del edificio.
El colegio se adapta a las leyes educativas que buscan garantizar el derecho a la educación gratuita. Se impulsa la participación activa de los padres y antiguos alumnos en la vida escolar.
El colegio se hace bilingüe y participa en el programa ERASMUS, realizando inmersiones lingüísticas con otros países. Continúa su evolución educativa adaptándose a las necesidades contemporáneas.
Se celebran los 150 años de presencia de las Religiosas Filipenses en Alcalá, con diversos actos conmemorativos, incluyendo una placa en la fachada del colegio y la medalla de la ciudad.
El colegio se convierte en bilingüe y participa en proyectos europeos, adaptándose a las demandas de la globalización y fomentando el aprendizaje de idiomas.
El colegio lleva a cabo una restauración completa de sus instalaciones y sigue adaptándose a los avances educativos y culturales. Se enfoca en la enseñanza integral, manteniendo su misión educativa.